VALORACIÓN
Para poder realizar la prescripción de ejercicios adecuada a lo que necesita el paciente es indispensable realizar antes una valoración funcional. Cuando el fisioterapeuta deriva al paciente al servicio de readaptación, se realiza un plan de actuación entre el fisioterapeuta y el readaptador, donde se decide qué tipo de valoración realizar al paciente dependiendo de su informe de lesión y estado actual.
La valoración tiene como objetivo exponer los posibles déficits que el paciente pueda tener y que puedan repercutir en su lesión o en una lesión futura. Los aspectos que se valoran son:
- Fuerza. Se valora mediante un dinamómetro digital en unidad de Newton. Se trata de comparar la fuerza específica de cada músculo en comparación al contralateral y a los valores normativos.
- Movilidad. Se valora mediante un goniómetro digital en grados. Compara el rango de movilidad de cada articulación.
- Estabilidad y equilibrio. Se valora mediante pruebas funcionales. Trata de exponer los déficits de estabilidad que pueda tener el paciente en movimientos básicos.
- Potencia. Se valora mediante un cono isoinercial con un encoder en Watios. Suele utilizarse para readaptaciones deportivas o para tratamiento de tendinopatías.
El readaptador desgrana y analiza los resultados obtenidos y genera un informe donde se explican los hallazgos deficitarios del paciente. Con este informe, ya se puede realizar una prescripción de ejercicios adecuada a lo que necesita el paciente. Además, este informe sirve como punto de partida para ver los cambios que están generando los ejercicios en futuras valoraciones de revisión